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2.11.2009

encarnizamiento (cuatro y final)

la vida merece la pena vivirla. pero vivirla.

esta mañana escuchaba un debate entre partidarios o no, si se puede decir así, de la muerte digna. unos defendían la decisión del individuo, otros la dignidad y santidad de la vida. mierda, digo. no hay muerte digna: te tienen que limpiar hasta lo más íntimo mientras agonizas, dejas de ser capaz de controlarte y de controlar tu cuerpo. no hay dignidad en la muerte.

lo único digno que podemos intentar decidir es el momento y las condiciones previas. a eso se niegan los gobiernos y las iglesias.

2 comentarios:

  1. si la gente va por ahí pensando que su vida les pertenece... se van a formar una imágen equivocada, ¿no? sus vidas les pertenecen a los amos, claro. la moral es un bozal, un yugo irreprochable.

    es como cuando trataron de prohibir el teatro porque meros pordioseros se vestían de reyes y declamaban matar sin que un rayo divino los fulminara. esta guerra todavía no se ha terminado. la bondad al servicio de según qué o quienes, es un error que se paga caro.

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  2. Personalmente, pienso que lo que nos distingue de los animales y otros seres vivos, es la de vueltas que le damos a la cabeza con el tema de morirse uno mismo. Los animales sufren la pérdida de sus seres queridos, velan sus huesos (como los elefantes), hacen lo más parecido a rituales. Pero no tenemos constancia de lo que opinan, si lo hacen, de su propia muerte; aunque algunos exponen su vida por salvar a otros (sus crías, la manada...)
    Y el hombre, y la mujer, aquí estamos pensando en cómo será el futuro, y si será digno, o no. Qué lío. ¿Por qué no nos dejamos de fastidiar unos a otros hasta en ese último momento, y que cada cual disponga y haga lo que mejor le parezca?: no lo sé.

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