la verdad es que sí, ahora que hemos celebrado alegremente y con pasión la llegada de la primavera (este año casi consiguen -ya sabéis quiénes son ellos- que coincida con las estaciones) es la hora de la limpieza.
de la casa y los cristales, de los cuartos trasteros, de los amigos imaginarios, de la sosería en general. del ego-ísmo, movimiento de masas unipersonal. de la incomunicación.
es hora de desaparecer. de borrarse y rebrotar. me aburro.
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