201, parece el título de una novela. no sé. esto, lo de publicar textos más o menos exhibicionistas ha sido esporádico a lo largo de estos años. no sé.
lo que acabo de descubrir, esta noche, es que la vida es rara, pero bonita. Bueno, quizá no haya sido sólo esta noche. Me explico.
me hago mayor, envejezco, la línea biológica es irreversible. pero también me transformo. hoy día, si me acuesto más allá de las dos de la mañana y con unas cuantas copas, tardo una semana en recuperarme; con veinte años tardaba una noche de sueño y una coca-cola.
pero
pero ahora tengo tiempo, el tiempo que entonces pretendía devorar. tiempo para volver la vista atrás, para hacer recuento.
tiempo para ver el poso de los años. los amigos, las amigas que perduran. y me gusta. me gusta que estén ahí y me gusta estar. el tiempo es un filtro, pero también es un nexo, un lazo.
me gusta reencontrar a una amiga con la que no hablaba casi hace 25 años y permitirme regañarla y pretender animarla, como si la hubiera visto ayer en la parada del autobús.
Entiendo lo que dices, la manera como la amistad es tan familiar que aún cuando no haya contacto en mucho tiempo, nunca se pierde en realidad el lazo, la vieja complicidad de dos que en algún momento compartieron algo.
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