quizás sería mejor hablar del invierno. Hablar del porqué nos reconocemos, aún en lugares mediterráneos, casi tropicales. Nos reconocemos, digo, con los que habitan el Norte lejano. Será el mito de las cuatro estaciones. será.
El verano es el tiempo del extrañamiento. Los días son más largos, pero cada vez amanece más tarde y anochece más temprano. Cada día es más caluroso que el anterior, pero las noches aseguran tormentas y anuncian que lo que vendrá será el frío.
En el verano nos obligamos a relajarnos, a no ser lo que somos. Durante el verano fingimos. Fingimos amistad, amor y camaraderías. Nos obligamos a reir. Consumimos nuestra dosis de felicidad, el tiempo libre que nos toca por convenio.
Durante el verano fingimos que somos lo que fingimos no ser durante el invierno.
estupenda frase de cierre
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